Reseña Histórica
En esos tiempos, estas tierras eran despobladas, el asentamiento más cercano era Jinotepe, que desde antes de la llegada de los españoles, era ya un asentamiento indígena. La zona donde hoy se ubica la ciudad de Santa Teresa era de bosques vírgenes, con una gran de riachuelos, manantiales y nacederos. También ríos grandes y caudalosos como: el río Santa Teresa; contaba con una gran variedad de animales silvestres, venados, cusucos, variedad de pájaros, monos, entre otros.
Por decreto del gobierno de la República, en 1860 se creó el municipio de Santa Teresa, cuya cabecera sería el poblado del mismo nombre. En ese año, se iniciaron las obras de construcción del actual edificio de la iglesia parroquial, en el lugar donde según los relatos de los pobladores se encontró la imagen de Santa Teresa, a quien debe su nombre el municipio.
En 1872, Santa Teresa tuvo su primer alcalde, que se llamó Don Juan de la Rosa Cruz. Actualmente habitan en la ciudad, una buena cantidad de descendientes de este primer alcalde.
En 1890, la iglesia parroquial contó con su primer sacerdote llamado padre Carlos Alonso Matus, desde entonces de forma interrumpida, ha habido sacerdotes, tendiendo las tareas propias de la iglesia.
El 23 de febrero de 1916, siendo Presidente de la República, Don Adolfo Díaz, se le otorgó al poblado el título de villa.
En 1929, Doña Licha Flint instaló un generador eléctrico que abastecía el sector central del poblado. En 1948, Don Edrulfo Vanegas, Don Teófilo González y Don Ceferino Quiroz, crearon una sociedad para instalar un generador eléctrico y hacer el tendido de cables en las calles y abastecer de energía a casi todo el poblado de Santa Teresa. Por el año 1965 la empresa estatal ENALUF ( Empresa Nacional de Luz y Fuerza), hizo las instalaciones para brindar el servicio domiciliar y público.
El 17 de Noviembre de 1949, bajo el gobierno del expresidente caraceño Dr. Victor Manuel Román y Reyes y siendo Don Santos Ramírez, diputado tereseño en el Congreso Nacional, se le otorgó el título de ciudad, que ostenta actualmente la cabecera municipal.
El abastecimiento de agua para el consumo siempre fue resuelto por medio de pozos excavados, que existían en patios de algunas casas, las personas que no disponían de estos, iban con sus cubos a traer agua a los pozos para llevar a sus hogares el vital líquido. En 1966, la empresa estatal de agua potable DENACAL, hizo la instalación de tuberías y pozo con motor, para abastecer a la mayoría de casas del poblado.
En 1965, se inauguró el edificio de la Escuela Primaria Rubén Darío, por la mañana impartían clases a las mujeres y por la tarde a los varones. Según recuerda mi mamá la directora de la mañana era la profesora Yelba Mendieta y por la tarde el profesor Alberto Matus Pérez. Antes de contar con este centro, la primaria funcionaba en casas grandes.
Algo que no puede dejar de recordarse, son los castigos infringidos en este centro de estudios para los mal portados, poniéndolos con los brazos extendidos en medio sol y muchas veces cargando piedras en sus manos. También castigaban dando azotes con varillas de jícaro o con una regla de madera grande.
En 1966, se inauguró el edificio del centro de salud construido por el Ministerio de Salud de esa época y en ese mismo año, empezó a funcionar en algunas aulas de la escuela de primaria, el Instituto Ciclo de Santa Teresa, fue su director y fundador el Dr. Humberto Cortez Cruz, contando con edificio propio en el año de 1968, el cual fue construido con el esfuerzo de la comunidad. En 1994 se construyó un nuevo local más amplio y cómodo.
Don Luis Matus Pérez, exalcalde municipal, me contó que para los años cuarenta, la mayoría de las casa del pueblo eran de paja. Con el tiempo se fueron sustituyendo las casas de paja y ahora, son hechas de piedra cantera, extraídas en minas locales, techo de zinc y con bonitos diseños
Las pulgas y las niguas eran una peste que todos los muchachos andaban en los dedos de los pies. Todo era lodo en el invierno y polvo en el verano.
Las calles eran intransitables y había ocasiones en que los ataúdes con los muertos se caían, cuando sus cargadores resbalaban o tropezaban. No había vehículos, todo era a caballo, en carreta o a pie.
Los padres enseñaban buenos modales a sus hijos y las personas eran muy respetuosas. Durante muchas décadas, el problema se presentaba en el período de fiestas en las comarcas donde siempre hubo heridos de machete.
Familias y apodos familiares
Santa Teresa es una ciudad relativamente pequeña, casi todos nos conocemos, pero hay familias más reconocidas que otras. Históricamente entre las más conocidas están: los Cortez, los Cruz, los Guadamuz, los Palacios, las Bermúdez. Los Guido, los González, los Téllez, los Pérez, los Matus, los Cajinas, los López, los Solís, los Acuña y los Jirón.
Como parte de nuestra idiosincrasia las familias en su mayoría son reconocidas por sus apodos. Jocosamente nos denominan “el zoológico” por los apodos, entre los que más se reconocen son: los monos, los micos, los ardillas, los armado, los iguana, los conejos, los cabros, los chivos, los leones, los corales, los patos, los zorros, los chomba, los chancheros, los busca medio, los culos bajos o tapones, los mancarrones, los cuyo, las culecas, los vaqueta, los llorones, los choya, los chilotes, los palito, los capira, los ñeque, los tuza, los consumidos, los maromeros, los fritos, los chechenga, los ñongo, los cascarilla, los pachos, las cambembe, entre otros.
Actividades económicas locales
El sistema productivo histórico del municipio, se ha caracterizado por ser de tipo tradicional, jugando un rol importante en los años sesenta, el sector agrícola con cultivos como: café, arroz, frijol, maíz, trigo, sorgo y caña de azúcar.
A la fecha, existen aproximadamente 26 trapiches de caña de azúcar, que producen dulce de rapadura, producción que anualmente en su mayoría, es vendida al café Soluble.
Contamos con tres talabarterías, que elaboran un sinnúmero de artículos a base de cuero.
La ciudad de Santa Teresa, tiene una larga tradición en la fábrica de ricas y apetecidas rosquillas y en la elaboración de melcochas, únicas en Nicaragua, las que se venden el periodo de cuaresma, en las romerías del Señor de Esquipulas en La Conquista, en Popoyuapa con Jesús del Rescate y posteriormente en las fiestas patronales que se realizan en todo el país.
Se procesan variadas figuras de dulce como son: zapatos, flores, animales, canastas, muñecas y otras tantas figuras. Una de las personas más famosas en la preparación de melcochas es Doña María Concepción Conde, quien una vez elaboró una iglesia grande de melcocha para darlas de ofrenda, con motivo de la visita del Arzobispo de Managua, Monseñor Leopoldo Brenes.
Potencialidades
Santa Teresa sobresale por la fauna y el bosque del área natural protegida de Chacocente, considerado un refugio de categoría y renombre mundial. El área fue creada por decrete de ley el 17 de agosto de 1983, bajo el nombre “Refugio de Vida Silvestre Río Escalante-Chacocento. Tiene una superficie aproximada de 5,500 hectáreas, de las que el 90% se localiza dentro del municipio de Santa Teresa. La importancia de Chacocente radica en las miles de tortugas “paslama” que desovan cada año en sus playas, y el bosque tropical seco, el último y el más grande que todavía queda en la región del Pacifico de Centroamérica.