Abordar el tema de las MELCOCHAS,
es referirnos a la caña de azúcar, por lo que resulta interesante conocer
pasajes de nuestra historia sobre el caso que nos toca. “La Cana de Azúcar, entonces en boga entre
nosotros, es originada de India y China. Se cree que los navegantes del siglo
XIII la llevaron a Arabia. Aclimatada luego en Egipto y Abisinia, fue donde un
año después se inventó por un veneciano, cuyo nombre se ignora, un
procedimiento para blanquearla.”
“En 1620 los portugueses contaban en Santo Tomas con sesenta ingenios
para el beneficio de la caña. De Santo Tomas fue llevada a la española o Santo
Domingo, en donde Miguel de Ballestero y Gonzalo Velosa inventaron un
procedimiento para solidificar el jugo de la caña y darle un color enteramente
blanco. En 1530 Pedrarias la introdujo a Nicaragua, y de aquí se extendió a las
demás provincias del reino”. (Historia de Nic. J.D.G.)
Como asunto del pasado y del presente, la cuidad se Santa Teresa a
estado unida de una u otra manera a la cuidad de Granada, la que por muchos
anos 1600 alcanzo el primer lugar en la provincia por su gran comercio, la que
pasaba por población más rica del país. En su jurisdicción que era extensa, “había once trapiches de
elaborar azúcar, cincuenta y dos hatos de ganado mayor, veinte cacaotales y
algunas otras fincas”. Santa Teresa fue parte de esa extensión, de esa
jurisdicción en la que aún se cultivaba la caña de azúcar, familia de las
gramíneas (gramineae, especie saccharumofficinarum) principal motor dinamizador de la economía de
la zona oriental del municipio, por sus extensas áreas de cultivo y gran
generadora de empleo, alcanzado en la actualidad más de cincuenta trapiches,
destacando entre otras, las comunidades de: Santa Cruz, las Tablas, los Cruces,
los Potrerillos, Los Encuentros, San Jerónimo.
Melcochas, Reina Urbana,
Dulce de Panela, Rey Rural.
Los famosos atados de dulce de panela tienen especial aceptación en
todo el mercado nacional, tanto en la
pequeña como gran industria alimenticia. Es imprescindible en la cajeta de
coco, galletas de harina, ayote con dulce, en la chicha de jengibre, en fin, de
innumerables usos. Su peso, y por sobre todas las cosas su sabor y color,
provienen de la caña de azúcar y la indispensable ayuda mágica de una planta
llamada “cajalagua” que limpia si jugo, más la intervención húmeda de los dedos
pulgar e índice que soban deprisa la barriga de una paila buscando el
“punto” que anuncia el valor agregado
que culmina el “PAYASO”.
Las manos industriosas del tereseño se califican fundamentalmente por su
relación con el azúcar, arte expresado tanto en las cajetas como en las
figuritas, siendo estas últimas las Reinas Urbanas. Y en el campo los canales y
trapiches con el dulce de panela, el Rey de los dulces, destacándose en si
producción las familias Conrado, Porras, Lara, Téllez, Acevedo, Álvarez,
Ramírez, Ordoñez, Alemán, Matus, Rojas, Cruz entre otras.
En la zona urbana, hablar de la cajeta de rosa, las tapitas de azúcar o
pan de rosa es referirse a la “LA PIPE”. Hablar de las melcochas expresadas en
pajaritos, carritos, carretas, motos y otros tipos de figuras es hablar de dona
Luisa Coronado Vado Pérez, insuperable; digna alumna de LUISA PEREZ, y de otras
destacadas familias de apellidos Solís, Castillo Salazar, Narváez, Ruiz y
Aguilar.
La Pipe y las
Cajetas.
De todas estas honrosas familias, verdaderas instituciones del trabajo,
hablemos de Doña Rosa Acevedo Guadamuz, “La Pipe”, hija de Antonio Guadamuz y
Brígida Acevedo, por su particular ingenio en la elaboración de la cajeta de
rosa y pan de rosa; y su longevidad que alcanzó los 115 años, procreando con
don Isidoro Solís siete hijos: Zoila, Modesta, Bernabé, Nicolás, Antonio,
Martha y Candelaria.
Hoy por hoy, podemos saborear la
exquisitez del dulce ingenio, por la formula guardada con especial amor por su
hija “CANDUCHA”, quien además de mercadear el producto con su hermana
MARTHA, sin que nadie les diera vuelta,
por tener leales clientes cautivos en su rutinario recorrido de dos horas
diarios al medio día en punto con sus impecables bateas de madera, por que
asistían a la escuela tanto en el turno matutino como vespertino.
Diferente fue la experiencia de venta de Marcos y Juan, hijos de dona
“CANDUCHA”, tal vez por ser varones, quienes además de sufrir vueltas en el
negocio, las sufrieron en riñas con clientes maliciosos.
Jorge Guillermo
Ramírez Baltodano, un Nombre, un Hombre.
Y en esa cordillera de tereseños, de la CANA DE AZUCAR, un gran hombre,
digno de registrarse junto a los héroes Juan de la Rosa Cruz, Francisco Javier
Cruz, el presbítero Ramón Ignacio Matus Baltodano, Rosita Guadamuz y Edmundo
Fonseca Cruz; es Jorge Guillermo Ramírez Baltodano, ingeniero químico surgido
del espíritu, del aroma de la FLOR DE CANA, de las fértiles tierras tereseña,
creando para Nicaragua algo más que una fórmula que registra el nombre
comercial de un RON llamado FLOR DE CAÑA.
Rosquillas
De los prodigios de la CAÑA, pasamos al MAIZ, especie ZEA MAYS,
perteneciente a la familia gramínea, alimento básico de las culturas americanas
mucho antes que los europeos llegasen al Nuevo Mundo. Hay pruebas concluyentes,
aportadas por los hallazgos arqueológicos y paleobotánicas, que en el valle de
Tehuacán, al sur de México ya se cultivaba Maíz hace aproximadamente 4,600
años.
Nuestros indígenas usaban el maíz tal como lo acostumbramos hoy en día,
en pinol, tortillas, tamales y totopostes y hacían con él, en estado tierno,
variedades de composiciones sustanciosas y agradables comidas o bebidas, sin
olvidar la divina CHICHA DE MAIZ, vos de origen el filólogo colombiano, Rufino
José Cuervo.
Y en el POPOL VUH, una de las más raras reliquias del pensamiento
aborigen del nuevo mundo, según el historiador HubertHoweBanccroft, se dice que
el hombre fue hecho de maíz después de varios ensayos infructuosos. “De Paxil
de Cayala, así llamados vinieron las mazorcas amarillas y las mazorcas
blancas…. Del hombre formado. Esta fue su sangre. Así entro el maíz ( en la
formación del hombre) por obra de los progenitores)… y de esta manera se
llenaron de alegría, porque habían descubierto una hermosa tierra, llena de
deleites, abundante en mazorcas amarillas y mazorcas blancas y abundante
también en patatex y cacao, y en innumerables zapotes, anonas, jocotes, nances,
matasanos y miel… y moliendo entonces las mazorcas amarillas y mazorcas
blancas, hizo Ixcumane nueve bebidas, y de ese alimento provienen la fuerza y
la gordura y con el crearon los músculos y el vigor del hombre… de maíz
amarillo y de maíz blanco se hizo su carne, de masa de maíz se hicieron los
brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entro en la carne de
nuestros padres…”
La mazorca de maíz y sus desechos, hojas, tallos, raíces y orujos
contiene gran cantidad de furfural, liquido utilizado en la fabricación de
fibras de nailon y plásticos de fenol formaldehido, el refino de resina de
madera, la obtención de aceites lubricantes a partir del petróleo y la
purificación del butadieno para producir caucho sintético.
La investigación de nuevas fuentes de energía se ha fijado en el maíz, a
partir de él se obtiene un alcohol que se mezcla con petróleo para obtener el
llamado gasohol. Las partes vegetativas secas son importante fuente potencial
de combustible biomasa.
El maíz expresa orgullosamente nuestra identidad local con las “LAS
ROSQUILLAS “. Las rosquillas están vinculadas a determinados apellidos, los que
se cuenten con los dedos de las manos en comparación con los dulces,, ocupando
sitios privilegiados Dinarte, Pérez y más recientemente con buen suceso Guidos
y Yescas, sobresaliendo la matrona de las rosquillas doña Rosita Dinarte (
q.e.p.d.)
Las rosquillas tereseñas poco se aprecia en los estantes de los
supermercados o ventas ambulantes, ellas
espera activa en su horno hasta donde es visitada con intención excitada, con
apetito juvenil desbordado que la deshace sin mayor romance, sin embargo hay
quienes la contemplan, la acarician desde un vaso de café, un vaso de leche o
un refresco con igual propósito pero con el distinto método.
Las rosquillas tereseñas no buscan al cliente, es el cliente quien las
busca. Y es que el tereseño está hecho de maíz y de caña de azúcar.
Marcos Cruz Pérez
Historiador
Las rosquillas de la Rosita Dinarte eran las mejores. Me acuerdo cuando asistia a la escuela en Jinotpe las muchachas me pedian que les llevara rosquillas teresenas.
ResponderBorrarLas rosquillas de la Rosita Dinarte eran las mejores. Me acuerdo cuando asistia a la escuela en Jinotpe las muchachas me pedian que les llevara rosquillas teresenas.
ResponderBorrar